viernes, 11 de agosto de 2017

VENEZUELA: EN MEDIO DEL CAOS, SEMBRANDO VALORES PARA COSECHAR UN PAÍS MÁS HUMANO, Fr. Goyo Lobo OP

Representación navideña en el colegio
Una multitudinaria protesta contra el gobierno venezolano está siendo reprimida violentamente en Caracas mientras escribo este artículo. Un gobierno que no tiene vocación democrática y que sistemáticamente ha buscado debilitar, con lamentable éxito en muchos casos, cada una de las instituciones del país. La educación no escapa de esta realidad, con el correr de los años hemos visto como pierde calidad y se convierte en instrumento político. La herramienta ha sido la Ley Orgánica de Educación que ha obligado a las instituciones educativas a modificar continuamente los procesos de enseñanza y aprendizaje. No se promueve una educación integral que inculque valores, ocasionando así que los estudiantes puedan tener una conducta irresponsable sin miedo a las consecuencias.

Dos ejemplos. Es común ver una sección poniéndose de acuerdo para no estudiar o no cumplir con un deber sin preocuparse por reprobar la materia porque la ley obliga a repetir la evaluación tantas veces sea necesario hasta que aprueben la asignatura. El estudiante no necesita esforzarse porque, aunque el docente se preocupe por transmitir el valor del trabajo, el sistema invita al estudiante a la mediocridad. Un joven toma fotos de la ropa interior de sus compañeras, las expone públicamente en redes sociales y es descubierto. ¿Cuál es la sanción más severa que recibe? Hacer una ponencia sobre el respeto a la mujer. Cuando se le pregunta qué aprendió, dice: “No debo tomar fotos a las niñas para que no me pongan a exponer”. Casos como este afianzan comportamientos que debilitan la sana convivencia de una sociedad.

En otro tiempo era posible alcanzar la excelencia profesional realizando todos los estudios en instituciones públicas. Ahora, escuelas y universidades públicas son centros de adoctrinamiento donde se recibe propaganda del régimen. Y la educación privada lucha ante el estrangulamiento económico, estudiantes sin deberes, padres y madres sin autoridad y docentes que buscan otros medios para subsistir. Lo más preocupante no es la crisis política o la económica. La crisis más profunda es la moral. Los valores olvidados son como vegetación arrasada por las llamas. Ante este panorama, las instituciones comprometidas con la verdad del Evangelio siembran las semillas que harán reverdecer esta sociedad convulsionada, pero llena de esperanza.

La educación católica en Venezuela nada contracorriente, comprometida con una educación en valores, reinterpretando la premisa “escuela, comunidad y familia” que las leyes venezolanas proponen como modelo de estructura organizacional de las instituciones dedicadas a la enseñanza inicial, primaria, y media general. Lo primordial es poner en común los esfuerzos para lograr que la institución sea un centro del cual salgan proyectos que solucionen las necesidades básicas de la comunidad tomando siempre en cuenta las características de las familias que la integran. La manera particular como se lleva a cabo se pone por escrito en el Proyecto Educativo integral Comunitario (P.E.I.C.).

En Venezuela son muchas las comunidades religiosas que tienen colegios, porque cuando llegaron o retornaron a estas tierras la educación era una necesidad apremiante. ¡Y lo sigue siendo! En este contexto, los dominicos regentamos seis colegios y las dominicas, veintinueve. Aunque en nuestro país, al igual que en otros, la religión no se contempla en el currículo escolar, nosotros integramos el carisma dominicano en el P.E.I.C. por medio de actividades y programas complementarios. En el Colegio Cristo Rey, ubicado en la ciudad de San Cristóbal, nuestros estudiantes reciben una hora semanal de educación para la fe, tienen la posibilidad de inscribirse en catequesis para la primera comunión y confirmación, también pueden participar de la infancia misionera, del MJD y otros grupos que promueven los valores humanos y cristianos. Jornadas de confesión, eucaristías, convivencias, retiros espirituales, congresos infantiles y juveniles tienen lugar a lo largo del año escolar.


Fr. Goyo con los jóvenes de la parroquia
Por su parte el personal docente, administrativo y obrero también participa de programas que fomentan su crecimiento personal y espiritual: convivencias, cine foros, congresos de pastoral vocacional, jornadas especiales de estudio, formación pedagógica, cursos de teología, catequesis y oratoria. Para el próximo año queremos conformar una Fraternidad Laical con aquellos que se sienten más identificados con nuestro carisma. Los padres y representantes también se integran en este camino de formación humana y cristiana. Una educación en valores no tendría sentido sin la presencia de los principales educadores de los hijos. Aprender a ser familia, que los niños y jóvenes sientan que tienen un hogar, está a la base de todo crecimiento.

En los últimos años se ha fortalecido el trabajo entre el personal del colegio y los representantes en beneficio de los estudiantes y de la comunidad en general. Existe un proyecto llamado “Cristo Rey es Familia”, conformado por un grupo de representantes con la inquietud de comprometerse en actividades que promueven la sana convivencia, el fortalecimiento de los valores y el protagonismo de la familia en la educación. Ellos, junto al departamento de pastoral, han sido los promotores de las últimas actividades del colegio pensadas para la familia, como la “Cena para el corazón”, espacio donde los matrimonios reflexionaron sobre la importancia del amor, el respeto, la comunicación, el perdón y la reciprocidad para la felicidad de la pareja. Se han realizado, y se realizarán, muchas otras para distintos miembros de la comunidad: hombres, mujeres, abuelos, padres e hijos.

La familia dominicana apuesta con su esfuerzo y dedicación por una educación de calidad presentando desde la fe una alternativa para una sociedad herida. Hay futuro. Seguimos nadando contracorriente. Seguimos sembrando valores para cosechar un país más humano, con esperanza.

------------
NOTA: Este artículo fue escrito en abril de este año.